martes, 25 de agosto de 2020

Los retos que enfrentará Carlos Camargo tras haber sido elegido en la Defensoría del Pueblo



Asesinato de líderes sociales y excombatientes y atención a población vulnerable durante la pandemia son algunos de los desafíos

La Cámara de Representantes eligió a Carlos Ernesto Camargo, actual presidente de la Federación Nacional de Departamentos, como el nuevo Defensor del Pueblo. El recién elegido deberá posesionarse en la entidad el próximo 1 de septiembre, en reemplazo de Carlos Negret.

La elección se resolvió con 140 votos por Camargo, uno por Myriam Martínez, tres por Luis Andrés Fajardo y 11 en blanco. Cabe recordar que este último fue incluido en la terna apenas el martes pasado, tras la renuncia de Elizabeth Martínez.

El nuevo Defensor es abogado especialista en Derecho Administrativo, Magister en Derecho y Doctor en Derecho, egresado de la Universidad Sergio Arboleda, y tiene formación en derechos humanos y Derecho Internacional Humanitario en la American University (Estados Unidos). En cuanto a su trayectoria profesional, además de la presidencia de Fededepartamentos, Camargo se ha desempeñado como Registrador Delegado para el Registro Civil y la Identificación de la Registraduría Nacional del Estado Civil, jefe de la Oficina Jurídica de la misma entidad y presidente del Consejo Nacional Electoral.

Durante la audiencia pública en la que los candidatos presentaron su plan de trabajo ante la Cámara de Representantes, Camargo afirmó que la Defensoría debe redoblar los esfuerzos para que los derechos no se deterioren y se pierda lo avanzado, y advirtió que hará presencia en las regiones y que las conoce muy bien.

En su propuesta, además, resaltó que la Defensoría debe ser garante y protectora de los derechos de los niños, niñas y jóvenes, y en ese sentido se comprometió a hacer seguimiento permanente a la norma de la cadena perpetua y al fortalecimiento de los programas en contra del maltrato infantil.

Se requiere un mecanismo de coordinación interinstitucional para que las alertas sean más eficientes en cuanto a las alarmas de prevención y acompañamiento a las muertes violentas de líderes sociales

Los retos del próximo Defensor

Con el propósito de analizar los retos que enfrentará Carlos Camargo como nuevo Defensor del Pueblo, AL consultó a tres de las cinco personas que ocuparon el cargo antes de Carlos Negret.

Jaime Córdoba Triviño, quien fue el primer Defensor del Pueblo que tuvo el país entre 1992 y 1996, señaló que lo más importante es que el nuevo titular de la entidad asuma “la defensa y promoción de los derechos humanos con absoluta independencia, así como diseñar una política de derechos sociales y económicos que permita la atención de los sectores más vulnerables por la crisis de la pandemia.

Sobre el Acuerdo de Paz firmado con las Farc, Córdoba añadió que “es imperativo que el Defensor respalde el cabal cumplimiento del proceso de paz y contribuya a la legitimación de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), así como atender los peligros y la profunda crisis que se cierne sobre la vida de los líderes sociales y excombatientes de las Farc. En la misma línea, es muy importante profundizar en la formación en derechos humanos y Derecho Internacional Humanitario para los miembros de la Fuerza Pública”.

También resaltó la importancia de que la nueva cabeza de la entidad abra la agenda internacional de la Defensoría para que se sintonice con las acciones que adelantan las Naciones Unidas, y que respete la promoción profesional del capital humano que ha hecho carrera.

A su vez Volmar Pérez , quien entró a terminar el periodo de Eduardo Cifuentes y posteriormente fue elegido dos veces, por lo que fue Defensor por nueve años, resaltó que “hay que encontrar un mecanismo de coordinación interinstitucional para que las alertas sean más eficientes en cuanto a las alarmas de prevención y acompañamiento a las muertes violentas de líderes sociales, defensores de derechos humanos y excombatientes de las Farc, para detener ese baño de sangre”.

Adicionalmente, mencionó la importancia de que la entidad redoble los esfuerzos en la visibilización de las problemáticas que afrontan los sectores más vulnerables, como son los pueblos indígenas, las comunidades afrodescendientes, la población LGBT y el tema de la niñez.

Pérez añadió que “hay que garantizar la salud y educación en las comunidades indígenas, y trabajar en el universo amplio de los derechos económicos, sociales y culturales, entre los que los que destacó el derecho al agua, pues la entidad debe garantizar que las empresas prestadoras de servicios públicos ofrezcan el servicio de manera oportuna, diligente y con tarifas justas”.

Así mismo, enfatizó que es fundamental fortalecer el servicio de la defensoría pública, pues “los defensores públicos, a través del servicio que prestan, permiten garantizar el derecho fundamental a la justicia y a la defensa técnica de los ciudadanos”.

Otro de los consultados por AL fue Jorge Armando Otálora, quien se desempeñó como Defensor del Pueblo entre 2012 y 2016. Manifestó que el desafío más grande de la persona que ocupe el cargo tiene que ver con todas las situaciones que se han agudizado por cuenta de la pandemia del covid-19.

“No solo ha incrementado de forma alarmante la violencia de género, también se están desconociendo muchos de los derechos de la niñez, especialmente en lo que tiene que ver con su derecho a la educación. Es bien sabido que los niños en las zonas rurales no tienen conectividad y, como Estado, tenemos que velar porque se les garantice su derecho a la educación en este contexto, como también una alimentación digna, como la que reciben en las escuelas”.

Adicionalmente, el exfuncionario manifestó que, a largo plazo, el reto más grande que enfrentaremos como país serán los efectos que deje la pandemia una vez podamos vislumbrar sus consecuencias. “Se avecina un reclamo social muy fuerte y permanente de todos los sectores de la sociedad, todos van a tener demandas y exigiendo mucho del Estado, por lo que la Defensoría del Pueblo deberá convertirse en un puente entre los reclamos ciudadanos y las instituciones estatales”, agregó.

Antecedente

Desde la creación de la Defensoría del Pueblo en la Constitución de 1991, seis personas han dirigido la entidad. El primer Defensor del Pueblo fue Jaime Córdoba Triviño; le siguió José Fernando Castro y luego Eduardo Cifuentes, que no terminó el periodo. Finalizó esa etapa Volmar Pérez, que posteriormente fue elegido en dos ocasiones, y después ocuparon el cargo Jorge Armando Otálora y Carlos Negret. Camargo será el séptimo Defensor del Pueblo.

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