Según explicaron las firmas, se replantearán diferentes áreas del derecho y se impulsará la tecnología
Es indiscutible que toda pandemia a lo largo y ancho del planeta ha traído consigo diferentes tipos de cambios, desde nuevas políticas hasta la forma en como se relacionan los individuos con el otro. Lo cierto es que nadie es ajeno a esa realidad, ni siquiera el sector de los abogados.
Debido a la cuarentena nacional decretada por la expansión del Covid-19, los bufetes locales han tenido que cambiar la forma en la que trabajaban. Además, la suspensión de los términos de los procesos judiciales los obligó a cambiar sus estrategias legales, a contemplar nuevas reglas que podrían surgir en los decretos y también a sugerir nuevos concejos sobre derecho laboral, contratos, sanciones, litigios, … que le pudieran servir a sus clientes en estos momentos.
Para Jaime Iglesias, socio de Garrigues, es indudable que la crisis derivada del Covid-19 va tener un impacto en la economía y en el conjunto de la sociedad y las firmas no van a ser una excepción.
“En épocas de crisis, los despachos de abogados sufrimos las consecuencias junto con nuestros clientes. Garrigues tiene la ventaja de su diversificación por áreas de práctica y por zonas geográficas. Y obviamente el impacto no va a ser el mismo ni para todas las áreas ni para todos los países”, aseguró Iglesias.
Entre algunas de las consecuencias que señalaron que ha dejado la crisis en diferentes bufetes ha sido el aumento del trabajo remoto y el uso intensivo de las herramientas tecnológicas; el aumento de la carga de trabajo en ciertas áreas y la disminución en otras y un impacto en la facturación.
También, cambió la forma en cómo se están relacionando con los clientes y eso implica nuevos retos. Así lo cree Jaime Herrera, socio de Posse Herrera Ruiz, quien indicó que lo más importante en estos momentos es resolver los distintos obstáculos que se les va presentar a los clientes debido a la crisis. “No se trata simplemente de generar trabajo, sino de ayudar a quienes nos han confiado sistemas más importantes durante años”, aseguró.
Enrique Gómez-Pinzón, socio ejecutivo de Holland & Knight, cree que el sector legal ha sido muy tradicional durante muchos años y ahora deberá reinventarse a partir de esta situación en muchas cuestiones. Entre ellas, está la de implementar herramientas tecnológicas o la de replantearse las diferentes áreas del derecho, las cuales se van generar a partir de la cantidad de consultas. Y aunque habrá muchos trabajando remotamente, dice el socio, puede que llegue a ser algo parcial porque la profesión legal no es algo que lo pueda hacer en su totalidad.
Además, Pinzón también expresó que puede que muchas firmas exijan mayores eficiencias y reducciones de costos a como dé lugar. “Sin embargo, no lo veo tanto como trabajar más por menos precio, pero sí ofrecer a los clientes esquemas de honorarios que puedan ser más eficientes y efectivos para ellos teniendo en cuenta los servicios que requieren”, aclaró.
A pesar de toda la coyuntura, las firmas que participaron en el sondeo (ver gráfico) dudan de que pueda haber un recorte de personal, ya que consideran que el trabajo legal es un servicio que en cualquier situación se requiere.
Para Guillermo Cáez, socio de Cáez Muñoz Mejía, este tiempo ha servido para aprender nuevas cosas y el reto está en entender el cambio y cómo se resolverán las nuevas dinámicas.
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